Poema a mi Mascota
Como te recuerdo mi querido perro,
bajo el sol tempranero de la ribera,
tras una rama que arrojo mi mano,
corres bullicioso al rio a buscarla,
para traerla de regreso a mi mano,
llenándome de alegría,
inolvidable compañero mío,
dispuesto a dejar tu alma,
tu corazón y tu vida.
bajo el sol tempranero de la ribera,
tras una rama que arrojo mi mano,
corres bullicioso al rio a buscarla,
para traerla de regreso a mi mano,
llenándome de alegría,
inolvidable compañero mío,
dispuesto a dejar tu alma,
tu corazón y tu vida.
a mi llegabas con tu mirada pura,
en mis días de quebranto,
ahora duermes, mi compañero, mi dulce amigo,
ahora te has ido y tu alma se fue al lago azul,
que se que me recuerdas,
y un día estaremos juntos de nuevo,
en ese lago azul, llamado cielo.
Anónimo....
............................................................
Nosotros, los animales,
les queremos recordar:
si nos toman por mascotas,
que nos quieran de verdad.
Si triste y enfermo me ves,
deseo que atención me des.
Sin mirar día ni horario
llama al veterinario.
También tenemos derechos:
dame comida y techo,
por favor, no me hagas mal,
porque soy un animal.
dame comida y techo,
por favor, no me hagas mal,
porque soy un animal.
Nosotros, los animales
les queremos recordar:
Si nos toman por mascotas,
que nos quieran de verdad.
................................................................les queremos recordar:
Si nos toman por mascotas,
que nos quieran de verdad.
No temas mi señor: estoy alerta
Mientras tú de la tierra te desligas
Y, con el sueño tu dolor mitigas,
Dejando el alma a la esperanza abierta.
Mientras tú de la tierra te desligas
Y, con el sueño tu dolor mitigas,
Dejando el alma a la esperanza abierta.
Vendrá la aurora y te diré: “despierta,
Huyeron ya las sombras enemigas.
Soy compañero fiel de tus fatigas
Y celoso guardián junto a tu puerta.
Te avisaré del rondador nocturno,
Del amigo traidor, del lobo fiero
Que siempre anhelan encontrarte inerme.
Y si llega con paso taciturno
La muerte, con mi aullido lastimero
También te avisaré... ¡descansa y duerme!
Imprimir esta página