Adrián Paenza se convirtió en un best seller con su libro repleto de problemas, enigmas y curiosidades. “La matemática que se enseña en los colegios es aburrida”, dice.
Ésta es parte de una noticia que leí hace un tiempo, sepan interpretar...
"Abrir el debate
—¿Cuál es, entonces, la matemática que se debería enseñar en las escuelas?
—No sé si soy la persona indicada para decirlo. Lo que puedo hacer es un diagnóstico de la situación y pienso que así como se enseña está mal. Entonces, habría que mezclar y dar de nuevo; discutir el problema. Si todas las generaciones de chicos tienen dificultad con algo, en lugar de pensar que el problema está en los chicos, hay que advertir que está en ese “algo”. Ahora, si ese “algo” fuera imprescindible para vivir, entonces uno lo debería estudiar porque sabe que de eso depende la vida. Pero se complica cuando a uno le dicen que esto le va a servir en algún lugar que es etéreo y que no se sabe cuándo llegará.
—El cambio, ¿debería empezar por el docente?
—El maestro es el instrumento que sirve como intermediador, motivador, pero no sé si habría que empezar por ahí el cambio. Hay que arrancar por discutir qué se enseña y ayudar al maestro porque él tiene miedo también, porque se preparó para enseñar una cosa y, después, se le dice que tiene que enseñar otra. Se trata de una tarea conjunta, en la que intervienen muchas variables, y que no tiene una solución fácil.
—Sus libros son una prueba de que se puede hacer que guste la matemática masivamente... ¿Por qué no se puede hacer lo mismo adentro del aula, que es un espacio mucho más reducido?
—En mis libros no se encuentra la matemática que se enseña en las aulas; la llamamos igual, pero son dos cosas diferentes. Quiero aclarar que yo no inventé lo que está escrito, simplemente seleccioné material que conozco y la forma de presentarlo; ahí se ve mi mano: en qué comunicar y la forma de hacerlo. Después, los temas son todos conocidos, y muy raramente aparece algún problema que se me haya ocurrido a mí. Si hubiera sabido que iba a pasar esto con los libros, los habría escrito hace 20 ó 30 años.
La belleza de la pregunta
—Si tuviera que recomendarle a algún estudiante por dónde entrar en este mundo tan amplio que es la matemática, ¿qué le sugeriría?
—Es muy complicado, es como decirle por dónde empezar a relacionarse con la literatura. En realidad, se podrían disparar algunas preguntas que el chico ya tiene. La tarea del docente es la de generar preguntas, no la de dar respuestas. Si el joven está interesado y curioso, después buscará la respuesta; pero la cuestión es darse cuenta de dónde está la pregunta. Digamos: la belleza está en la pregunta, en “entretener” en la cabeza un problema que no sale, que no está resuelto.
—Para aprender matemática, ¿hace falta mucha disciplina en el estudio o algún talento especial?
—Uno aprende equivocándose. Los científicos publican muy poco de lo que hacen, a lo mejor tienen 3 ó 5 publicaciones en toda la vida, y esto quiere decir que se han equivocado un montón de veces. El mundo está hecho por las personas “promedio”, que somos la mayoría. Hay que aprender a ser una persona regular y valorar eso"
"Este libro es uno de los que duran toda la vida: un cofre del tesoro que, al abrirse, nos inunda de preguntas y enigmas, de números que de tan grandes son infinitos, de personajes que uno querría tener enfrente en una charla de amigos.

... todas las historias son parte de un universo amplio y generoso que gracias a este libro incorporará nuevos habitantes: el universo de Adrián Paenza. El libro nos lleva por estos nuevos paisajes a través de numerosos ejemplos con diverso grado de dificultad. Así, hay curiosidades que podrán ser leídas con el mayor deleite y comodidad y también otros capítulos que desafían al lector a razonamientos audaces y demostraciones que a veces se les presentan a los mismísimos estudiantes de ciencias... Entonces, mientras nos maravillamos con las aventuras de Paenza en el país de las matemáticas, podremos también, como lectores, jugar a ser estudiantes de ciencias...
Matemática… ¿Estás ahí? Tal vez se esté “poniendo las preguntas”, pero lo que es seguro es que sí, está a la vuelta de la esquina, en nuestra vida cotidiana y esperando a que la descubramos. He aquí una inmejorable guía para lanzarnos a explorar. Esta colección de divulgación científica está escrita por científicos que creen que ya es hora de asomar la cabeza por fuera del laboratorio y contar las maravillas, grandezas y miserias de la profesión. Porque de eso se trata: de contar, de compartir un saber que, si sigue encerrado, puede volverse inútil. Ciencia que ladra… no muerde, sólo da señales de que cabalga."


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